En estos últimos años, hemos notado que nuestro país el Ecuador se ha sumergido en una de sus más profundas crisis, tanto económica, política y social con características propias del mismo.
El mal manejo de la economía y política, ha incitado una notoria oposición entre los mismos, lo cual provoca daño al país, dando como resultado el creciente empobrecimiento, si estos sectores permitieran dar otro enfoque a las políticas económicas se abrieran más campos para que otros sectores, que hasta el momento están relegados, se conviertan en los generadores de la energía necesaria para mover el motor de la economía de nuestro país.
Nos damos cuenta también que otra causa que aqueja más a esta crisis es el antagonismo que históricamente se ha venido dando entre la costa y la sierra, lo cual afecta al sector social de nuestro país, sin dejar de lado la problemática de la descentralización y las autonomías que con sus posturas ponen en peligro la unión nacional, para poder adentrarnos más en la situación real de nuestro país vamos a realizar nuestro estudio a cada una de las crisis que afectan al Ecuador.
- CRISIS ECONOMICA
Sus manifestaciones principales son: Desequilibrio en la balanza de pagos, déficit fiscal, desorden monetario, falta de recursos crediticios por una deuda externa creciente y graves efectos sociales en las condiciones de vida de la población.
Con todos estos antecedentes y más aun los que actualmente nos afecta por las malas políticas tomadas por los gobiernos de turno como el salvataje bancario frente a la crisis del sistema financiero, por lo que el estado tuvo que hacerse cargo de los bancos quebrados y que hoy prácticamente el 60% del sistema financiero es estatal.
Con respecto a la deuda interna y externa alcanzó 1.900 millones de dólares, lo que corresponde mas o menos al 53% del presupuesto de operación del Estado, esto trae consigo una profunda crisis económica de la que han intentado huir más de un millón de personas. Emigrantes que abandonaron sus escasas posesiones, familias y amigos en busca de un futuro mejor (principalmente hacia EE.UU. y países de la Comunidad Europea - España e Italia-).
A partir de la aplicación de los programas de ajuste se evidencia una tendencia a la disminución del gasto social tanto en términos globales como per-cápita, particularmente en los sectores de educación y salud. Las políticas de ajuste han mermado la capacidad del Estado para atender las demandas sociales.
Las políticas de ajuste que se han adoptado para enfrentar la crisis han afectado básicamente a los grupos rurales y urbanos más pobres de la sociedad. Ello les ha restado capacidad para generar recursos familiares que puedan ser invertidos en alimentar, educar, cuidar y curar a los niños. Los más afectados por la crisis son aproximadamente 600 mil en las áreas rurales y 500 mil en las áreas urbanas.
- CRISIS POLITICA
En fin, podemos decir que los tres poderes del estado se encuentran en niveles de descrédito y deslegitimación absoluta.
Por todos estos acontecimientos han provocado entre otras cosas, una incapacidad del Estado para asumir funciones específicas como inversiones en obras públicas, infraestructura básica, y la baja atención a los programas sociales lo que incide que más de tres millones y medio de ecuatorianos no tengan acceso a los servicios de salud y educación.
He ahí que en el presente mes el pueblo quiteño, bajo la denominación de los ‘forajidos’ ha realizado una sublevación popular y a desalojado del poder al Coronel Lucio Gutiérrez, por ineptitud, incapacidad, y sobre todo por su complicidad con los corruptos, a quienes dijo que iba a combatir y a meter en la cárcel. Ha asumido la Presidencia de la República el Dr. Alfredo Palacio, hombre democrático y progresista.
- CRISIS SOCIAL
Todo esto se debe a la crisis económica y política que atraviesa nuestro país, la cual se ha agudizado a raíz de la decisión de dolarizarla, y que además, con las decisiones tomadas por los gobiernos de turno han traído como resultado mas inestabilidad, no se podrá paliar un poco la crisis social que nos afecta en gran manera, especialmente por la falta de toma de decisiones para el apoyo en las políticas sociales.
Los problemas sociales los entendemos como el conjunto de males que aflige a ciertos sectores de la sociedad especialmente a los más pobres y necesitados de nuestra patria, como son las familias pobres, ya sea que pertenezcan a la ciudad o hayan emigrado del campo a la misma, y por ende los más afectados son los vulnerables niños.
Esta problemática es muy dramática, en nuestro país casi un 70% de los 4.8 millones de niñas y niños de Ecuador viven en la pobreza. Aproximadamente 430.000 niños y niñas con edades entre los 5 a los 17 años de edad trabajan, la desnutrición afecta a un 15% de los niños y niñas menores de cinco años y los programas de desarrollo de la primera infancia que reciben apoyo del gobierno abarcan solamente a un 8.45 de los niños y niñas que cumplen con los requisitos.
Desde 1990 hasta 2001, la tasa neta de matriculación en la escuela primaria se estancó en alrededor de un 90%. Los niños y las niñas tienen acceso igualitario a la educación, pero no es éste el caso de los niños y niñas indígenas y afroecuatorianos: un 90% de estos niños y niñas viven en la pobreza y solamente un 39% ha terminado escuela primaria (en comparación con el 76% de los niños y niñas de otros grupos). Alrededor de un 50% de las muertes infantiles que se producen en la actualidad se pueden evitar y hay una tasa más elevada de mortalidad para los niños y las niñas indígenas y afro ecuatorianos. La mortalidad derivada de la maternidad sigue siendo elevada en las zonas indígenas, donde solamente un 20% de los nacimientos se llevan a cabo en centros de salud pública.
Las consecuencias de esta desatención al sector social conlleva a múltiples problemas sociales como la baja alimentación y nivel profesional, la delincuencia, la prostitución, asesinatos, el alcoholismo , la drogadicción, y la pobreza; por esta última muchos niños de las familias se ven obligados a trabajar en especial en la calle como betuneros, vendedores de periódicos, frutas, limpia carros, etc. Siendo nuestra temática de estudio en especial los niños y niñas trabajadores la parte más vulnerable de la sociedad pobre.
El gasto social ha carecido de efectividad y de mecanismos de control porque:
- Los programas no han sido focalizados: no siempre han beneficiado a los más pobres.
- De haber focalización del gasto social se la hacía geográficamente.
Por todos estos antecedentes se espera que el nuevo gobierno del Dr. Alfredo Palacio en los dos años siguientes (abril 2005 – enero 2007) que va a gobernar se tome mucha importancia el aspecto social, destinando menos presupuesto para las Fuerzas Armadas y Deuda Externa, y reorientarlos en Educación, Salud e Inversión Pública.
2. EL SECTOR SOCIAL EN EL ECUADOR
Sabemos que la inversión pública en educación, salud y vivienda comprende gastos destinados a la infraestructura, cuyo objetivo es construir hospitales, escuelas, viviendas y mantener o recuperar las capacidades de las personas como la enseñanza, capacitación, asistencia médica, etc.
Una manifestación frente a la crisis económica es la disminución del gasto del gobierno central en estos servicios básicos, los recortes del presupuesto público social tienden a perjudicar principalmente a los más pobres, que son quienes demandan mayoritariamente dichos servicios.
- LA SALUD PÚBLICA EN EL ECUADOR
Pese a existir esta Ley en nuestro país no existe suficientes programas y servicios de salud para asegurar que los niños/as reciban la atención necesaria para crecer de forma saludable, por lo que su tasa de mortalidad es preocupante, y si las hay, muchas veces su costo es alto o escasos en lo que a medicina se trata. La salud es hoy en día un objetivo fundamental y, al mismo tiempo, uno de los más claros síntomas de la calidad de vida de la población.
La mortalidad infantil es, en parte, un reflejo de la deficiencia de la cobertura de los servicios de salud que atienden a los niños y a las mujeres embarazadas. A ello se añaden otros determinantes importantes como la educación y ocupación de la madre, la situación económica del hogar y el acceso a saneamiento básico. El subregistro de la mortalidad infantil impide, en parte, la utilidad de este indicador para identificar situaciones de vulnerabilidad social.